Poeta venezolano Andrés Eloy Blanco


Si vamos a resumir la poesía venezolana en un sólo nombre, creo que sería en "Andrés Eloy Blanco". Pudiera tratar de describir las emociones que la intensidad de sus escritos me producen, pero creo que no acabaría.

Así que, no podía dejar pasar más tiempo para publicar acerca de este extraordinario poeta, quien produce en mi y en quienes lo leen muchos "WOW".


Información adquirida de la página web http://www.poesiaspoemas.com/andres-eloy-blanco

Andrés Eloy BlancoPoeta venezolano nacido en Cumaná en 1896.Se graduó en Derecho en 1918 cuando ya había publicado sus primeros versos. Desde muy joven se dedicó a la actividad política, oponiéndose al régimen que ostentaba el poder, razón que lo llevó a permanecer en el exilio por mucho tiempo.Fue además ensayista y dramaturgo. Su consagración definitiva la logró cuando ganó el Concurso Hispanoamericano de Poesía, auspiciado por la Real Academia Española en 1922.Su obra está editada en diversos libros, entre los que se destacan: «Giraluna», «El Huerto de la Epopeya», «Navegación de Altura», «La Aeroplana Clueca»,«Vargas», «Tierras que me oyeron», y «Albacea de la Angustia». Murió en el año 1985.

Poemas de Andrés Eloy Blanco:


A FLORINDA EN INVIERNO
Al hombre mozo que te habló de amores

dijiste ayer, Florinda, que volviera,

porque en las manos te sobraban flores

para reírte de la Primavera.
Llegó el Otoño: cama y cobertor

este dio en su deshojar la enredadera

y vino el hombre que te habló de amores

y nuevamente le dijiste: -Espera.
Y ahora esperas tú, visión remota,

campiña gris, empalizada rota,

ya sin calor el póstumo retoño
que te dejó la enredadera trunca,

porque cuando el amor viene en Otoño,

si le dejamos ir no vuelve nunca.


¿CUÁNTAS ESTRELLAS TIENE EL CIELO?
La última noche que pasamos juntos,

lo preguntó:-¿Cuántas estrellas tiene el cielo?

-Trescientas cincuenta mil.

-¿A que no?

-¿A que sí?
-Cállate. Esta noche

no quiero que preguntes esas cosas.

Esta noche, si quieres preguntar

cuántas estrellas tiene el cielo,o cualquier otra cosa,

pregunta algo así como ¿me quieres?

¿tienes frío? ¿quién dice que tiene hambre?
Esta noche, pregunta algo que sea

contestado en el mundo sin palabras.

Interroga con toda tu sangre

algo en que toda la vida del mundo

esté preguntando,

algo así como ¿quién llora?¿hace falta algo?
Y verás como todo hace falta

y sabrás cuántas estrellas tiene el cielo

cuando sepas que el cielo tiene una sola estrella

para cada momento,porque con una que se pierda

dará un paso de sombra la luz del Universo.


SILENCIO

Cuando tú te quedes muda,

cuando yo me quede ciego,

nos quedarán las manos

y el silencio.

Cuando tú te pongas vieja,

cuando yo me ponga viejo,

nos quedarán los labios

y el silencio.

Cuando tú te quedes muerta,

cuando yo me quede muerto,

tendrán que enterrarnos juntos

y en silencio;y cuando tú resucites,

cuando yo viva de nuevo,

nos volveremos a amaren silencio;

y cuando todo se acabe

por siempre en el universo,

será un silencio de amor

el silencio.


LA RENUNCIA
He renunciado a ti. No era posible.

Fueron vapores de la fantasía;

son ficciones que a veces dan a lo inaccesible

una proximidad de lejanía.

Yo me quedé mirando cómo el río se iba

poniendo encinta de la estrella...

Hundí mis manos locas hacia ella

y supe que la estrella estaba arriba...

He renunciado a ti, serenamente,

como renuncia a Dios el delincuente;

he renunciado a ti como el mendigo

que no se deja ver del viejo amigo;

como el que ve partir grandes navíos

con rumbos hacia imposibles y ansiados continentes;

como el perro que apaga sus amorosos bríos

cuando hay un perro grande que le enseña los dientes;

como el marino que renuncia al puerto

y el buque errante que renuncia al faro

y como el ciego junto al libro abierto

y el niño pobre ante el juguete caro.

He renunciado a ti, como renuncia

el loco a la palabra que su boca pronuncia;

como esos granujillas otoñales,

con los ojos extáticos y las manos vacías,

que empañan su renuncia, soplando los cristales

en los escaparates de las confiterías...

He renunciado a ti, y a cada instante

renunciamos un poco de lo que antes quisimos

y al final, cuántas veces el anhelo menguante

pide un pedazo de lo que antes fuimos!

Yo voy hacia mi propio nivel. Ya estoy tranquilo.

Cuando renuncie a todo, seré mi propio dueño;

desbaratando encajes regresaré hasta el hilo.

La renuncia es el viaje de regreso del sueño...


LUNA DE ABRIL
Luna de abril, descotada,

con aguazal circunscrito,

desnuda, con desnudez

pura de pecho con niño.

Luna llena, ubre de vaca,

con lucero becerrillo;

¡qué puro se pone el pecho

cuando se le cuelga el niño!

Esta noche yo no siento

ni sombra de odio por nadie

ni pena de verme preso,

ni ganas de que me quiten

los grillos que me pusieron.

Nada hay más impuro, nada,

que el pecho de las mujeres,

pero no hay nada más puro

ni mejor para mirarlo

que un pecho fuera del pecho

y un niño al lado.


MIEDO
La sombra de una duda sobre mí se levanta

cuando llega el arrullo de tu voz a mi oído;

miedo de conocerte; pero en el miedo hay tanta

pasión, que me parece que ya te he conocido.
Yo adiviné el misterio cantor de tu garganta.

¿Será que lo he soñado? Tal vez lo he presentido:

mujer cuando promete y nido cuando canta;

mentira en la promesa y abandono en el nido.
Quizá no conocernos fuera mejor; yo siento

cerca de ti el asalto de un mal presentimiento

que me pone en los labios una emoción cobarde.
Y si asoma a mis ojos la sed de conocerte,

van a ti mis audacias, mujer extraña y fuerte,

pero el amor me grita: -¡si has llegado muy tarde!...


REGRESO AL MAR

Siempre es el mar donde mejor se quiere,

fue siempre el mar donde mejor te quise;

al amor, como al mar, no hay quien lo alise

ni al mar , como al amor, quien lo modere.

No hay quien como la mar familiarice

ni quien como la ola persevere,

ni el que más diga en lo que vive y muere

nos dice más de lo que el mar nos dice.

Vamos de nuevo al mar; quiero encontrarte

la hora más azul para besarte

y el lugar más allá para quererte,

donde el agua es al par agua y abismo,

en la alta mar, en donde el aire mismo

se da un aire al amor y otro a la muerte.

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